Seis formas probadas de optimizar las operaciones de primera línea y mejorar el resultado final.

Los dispositivos móviles son una mina de oro de datos, y el número de teléfonos móviles investigados cada año se ha multiplicado casi por diez en la última década. Además, los tribunales tienen cada vez más en cuenta las pruebas digitales, lo que supone mayores exigencias para el sistema judicial.

Desafortunadamente, hay organizaciones que se quedan atrás en el procesamiento de pruebas digitales debido a que normalmente no han priorizado la actualización de sus conocimientos para seguir el ritmo de la digitalización, o bien porque no trabajan con tecnología orientada al futuro o no han comprendido las ventajas que conlleva adaptar sus propios flujos de trabajo. Esto provoca que, inevitablemente, las investigaciones policiales pierdan fuerza, las pistas se enfríen y, en última instancia, se pierda la oportunidad de liberar o acusar rápidamente a las personas adecuadas.

Poner las herramientas adecuadas en manos del personal de primera línea de manera que puedan extraer datos localmente aceleraría exponencialmente los resultados y permitiría ahorrar dinero. Esto conduce a un procesamiento más rápido de los sospechosos, a un aumento de las tasas de detección y a una reducción de los costes globales de investigación.

En esta guía, examinaremos todo lo necesario para que los forenses digitales modernos puedan obtener pistas y pruebas a partir de la cantidad cada vez mayor de datos en diversos dispositivos digitales y de una manera legalmente segura, sostenible y eficiente en cuanto a recursos. Asimismo, profundizaremos en aquello que resulta necesario para que una organización tenga éxito en la implementación de soluciones de primera línea más eficientes a nivel interno.